La ciudadanía tiene un rol fundamental a la hora de pensar, crear y sostener las ciudades del futuro y garantizar el bienestar común. El laboratorio tiene como propósito crear comunidades de aprendizaje y de práctica, trabajando de forma colectiva para identificar necesidades, problemas e intereses, e impulsar ideas creativas que mejoren las condiciones de los barrios a través de la experimentación, el conocimiento compartido y la cultura científica.