Plan 3-30-300 : Evaluación del impacto de espacios verdes en la salud

Viladecans, Barcelona

Basado en el plan 3-30-300 de áreas verdes del Municipio de Viladecans, el proyecto busca poner en marcha un proceso de ciencia ciudadana e innovación social para evaluar e innovar en torno a la renaturalización de la ciudad. la Por un lado, la ejecución de un proceso participativo de diagnóstico ciudadano que permitan monitorizar el impacto de las acciones de renaturalización. Por otro lado, la innovación social busca la co-creación de soluciones y el diseño conjunto de estrategias para su uso y visibilización.

El municipio de Viladecans, ha firmado la Declaración Viladecans 3-30-300, afrontando el reto de que los vecinos vean 3 árboles desde su vivienda, alcanzar un 30% de masa arbórea en el municipio y garantizar un espacio verde a 300 m de cada vivienda. Además, se ha elaborado el diagnóstico del Plan Sectorial de Naturalización (PSN), analizando la norma 3-30-300.

A pesar de que el municipio cuenta con la SIerra, Delta y un Parque, el desarrollo de la ciudad no ha tenido en cuenta la integración con la naturaleza, dejando un modelo de ciudad desprovista de arbolado, con escasas zonas verdes de calidad y una infraestructura verde fragmentada. El proyecto considera esta conexión con la naturaleza y zonas de esparcimiento como un aspecto fundamental para garantizar la salud y el bienestar de la población.

En este contexto, PLAN VILADECANS 3-30-300, devolverá el verde al Torrent de Can Preses, aumentará el arbolado del municipio y sus beneficios ecosistémicos y fomentará la presencia de biodiversidad urbana . Estas acciones estarán enmarcadas en el Programa 3-30-300 y se desarrollarán desde una perspectiva de género y bajo el paraguas de la participación ciudadana.

La Población local participará en el diseño, la ejecución y seguimiento del proyecto

Algunos datos Áreas Verdes y su relación con la Salud Urbana:

  1. Según una encuesta relacionada a la Regla 3-30-300 que incluye una muestra de 3.145 personas de entre 15 y 97 años residentes en Barcelona (2016),sólo el 4,7% de la población encuestada cumplía con la regla de espacios verdes. Algo más del 43% de las personas participantes tenían al menos tres árboles en un radio de 15 metros desde su casa, el 62,1% tenía un espacio verde importante en un radio de 300 metros y el 8,7% vivía en una zona con suficiente verdor circundante. Por el contrario, casi el 22,4% no tenía ninguno de estos elementos.
  2. Se estima que más de un 30% de la carga de enfermedad en el mundo está relacionada con cuestiones de salud mental.
  3. El incremento de la vegetación permitiría prevenir cada año un 14% de los casos anuales de mala salud mental autopercibida, un 13% de las visitas a profesionales de la salud mental y del uso de antidepresivos y un 8% del uso de tranquilizantes / ansiolíticos. Asimismo, el estudio calcula que todos estos beneficios en la salud mental de la población se traducirían en un ahorro de 45 millones de euros anuales en costes directos e indirectos de salud mental.
  4. Cualquier actuación en cualquier ciudad que lleve a incrementar la superficie verde próxima a los domicilios debería conducir a mejoras en la carga de salud mental de la población. Ahora bien, para que se produzcan estos beneficios es imprescindible que las actuaciones se distribuyan de manera equitativa por toda la ciudad y que vayan acompañadas de políticas complementarias, como sistemas de transporte público y activo de alta calidad, zonas de bajas emisiones o políticas para luchar contra la especulación y la gentrificación”.
  5. Las personas adultas que durante su infancia tuvieron más contacto con espacios naturales podrían tener una mejor salud mental que aquellas que estuvieron menos expuestas a la naturaleza, según concluye un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”la Caixa”, que ha sido realizado en cuatro ciudades europeas.